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Bullet Journal desde cero (III): la personalización

Muy buenas, mis valientes guerreros. Hoy vengo con el último capítulo de esta serie sobre Bullet Journal que llevo publicando las últimas semanas. Si te la has perdido, puedes ver la parte I aquí y la parte II aquí. Os traigo la última parte y espero que sea la más divertida, dado que vamos a hablar de la personalización del bullet journal.

Antes de nada, quiero dejaros el vídeo de Youtube que he hecho con mi setup de 2022, por si necesitáis inspiración. Espero que os sea útil. Y, si os gusta, dejadme un like y suscribíos al canal. Eso me ayudará mucho a creer. Gracias, guerreros.

Colecciones personalizadas

En la entrega anterior estuvimos ahondando en las colecciones básicas del bullet journal, aquellas que no pueden faltar en ningún bujo que se quiere calificar con ese nombre. Hoy quiero que veamos qué cosas podemos añadir a nuestro bullet journal para que se adapte a nosotros.

Las colecciones personalizadas son formas de organizar la información de manera que a nosotros nos resulte más útil o atractiva. Un ejemplo de colección personalizada puede ser, como en el ejemplo de la semana pasada, Viaje a Roma. En esta colección incluiremos todo aquello que nos sea útil para planificar nuestro viaje a la preciosa capital italiana, desde hoteles y vuelos hasta el pequeño restaurante que descubrieron nuestros amigos el año pasado cuando estuvieron allí.

Las colecciones personalizadas se caracterizan por su enorme flexibilidad. Puede ordenar la información como a ti te guste más. Por ejemplo, si estás perdiendo peso, puedes hacer una tabla con tus pesos y medidas. Puede ser muy útil para ti, pero quizás otra persona prefiera ordenar esa información con un círculo o como un camino que va recorriendo. Todo depende de cómo queramos presentarlo.

Otro buen ejemplo de colección personalizada son los seguimientos de hábitos o habit trackers en inglés. Si hay una colección personalizada que de para mil y una forma de colocarla, sin duda es esta. Puedes usar una tabla, con los días del mes en un lado y los hábitos en otro. Puedes usar mini calendarios. Puedes usar un círculo. Puedes usar flores, estrellas, corazones… Puedes usar lo que quieras para realizar este seguimiento. ¡El único límite es la imaginación!

Personalizando el Bullet Journal

Uno de los motivos por los que la gente suele hacer bullet journaling es, precisamente, la flexibilidad y personalización del método. En tu cuaderno cabe todo lo que tú quieras incluir. Puedes tener un registro semanal si eso te ayuda. Puedes añadir el presupuesto mensual o hacer un control de los gastos. Puedes añadir una página para el menú del mes o puedes apuntar recetas para hacer en otro momento. ¿No sabes dónde colocar algo? ¡Crea una colección en tu bullet journal!

También es algo abrumador pensar en un lienzo en blanco sin saber de qué lo vamos a llenar. Eso es nuestro bullet journal cuando al principio no es más que una libreta. En este caso, mi consejo es ir a lo básico y hacer pruebas. Lo básico, las colecciones básicas que ya vimos la semana pasada, no nos van a fallar. Son seguras y tienen cierta estabilidad. No necesitas un gran despliegue de medios para crearlas y mantenerlas. Son sencillas y cubren unas necesidades específicas. Ahora bien, todos tenemos necesidades particulares y es ahí cuando nos toca experimentar. No tengas miedo de crear una colección sobre cualquier tema que tengas en la cabeza para tratar de solventar esa necesidad que tienes. Si necesitas inspiración, prueba a buscar en internet. La enorme comunidad del bullet journal ha creado infinidad de diseños que pueden servirte. Prueba con uno y, si no funciona, prueba otro o crea el tuyo propio. Ahí es donde está la magia del bullet journal, en descubrir nuestras necesidades y ayudar a solucionarlas.

Decoración, ¿es necesaria?

Creo que no me equivoco al decir que hay gente que no se adentra en el mundo del bullet journal por la intrincada decoración que ve en los bujos por internet y en las redes social. Vemos complejos motivos, dibujos que son casi obras de arte, decoraciones de todo tipo y pensamos que nosotros no podemos hacer cosas así. Bueno, tengo dos cosas que decir al respecto: la primera, que todo es cuestión de práctica y nadie nace enseñado, por lo que, si quieres, puedes. La segunda es que toda esa parafernalia no es en absoluto necesaria.

Llevo haciendo bullet journaling desde mediados de 2016, unas veces con más consistencia que otras, pero no he dejado de hacerlo desde 2018. En la imagen destacada tenéis mis bujos de 2018, 2019, 2020 y 2022, de izquierda a derecha. El de 2022, como podéis imaginar, está recién configurado, y el bullet journal de este año es una mezcla de planner y libreta, por eso no os lo pongo aquí. Cada uno de estos últimos cuatro años que he estado haciendo bullet journaling, he aprendido muchísimo sobre mí misma y lo que quiero tener en mi bujo. Yo no hago planificación a futuro, es decir, no tengo las semanas preestablecidas ni escribo en un esquema rígido. Eso va en contra de mi propia organización por muy bonito que parezca. Para mí no es útil. Tampoco uso unos diseños complicados en mi registro diario. Tan solo pongo la fecha con un sello y escribo debajo. Cuando llega la noche y la hora de la reflexión diaria, coloco la fecha debajo de la última línea escrita y apunto mis tareas. En mis diseños del registro mensual soy muy simple y tan solo pongo los números de los días con la inicial del día de la semana al lado. Sí puedo hacer algo de lettering (mal hecho, porque soy muy mala) en el nombre del mes y en la página de tareas o coloco alguna pegatina o un washi tape, pero poco más. Mis dotes artísticas se refieren a la palabra y no a la pintura, así que procuro no agobiarme con eso. Por supuesto, también me gusta experimentar y tengo portadas de meses con dibujos, pegatinas y papeles tipo scrapbooking.

Pero, con todo, eso no deja de ser superfluo. Mi cuaderno de 2019 lo demuestra, teniendo apenas un par de pegatinas en todas sus páginas. Ese bullet journal lo empecé justo cuando terminé de leer por primera vez El método Bullet Journal de Ryder Carroll y me dije que solo utilizaría un bolígrafo, que nada de complicaciones. ¡Y funcionó! Si te sientes atascado o ves que el bullet journal te sobrepasa, vuelve a lo básico: utiliza solo un bolígrafo y las colecciones básicas. Cuando manejes los básicos a la perfección, adéntrate en la decoración y, después, personaliza tu bujo. Es mejor tener un comienzo cómodo y tranquilo mientras te acostumbras que verte sobrepasado por no ser capaz de mantener tu cuaderno.

Y hasta aquí la serie Bullet Journal desde cero. Espero que os haya gustado y os animéis a emprender un hermoso camino este próximo 2022 con un bullet journal bajo el brazo. Dejadme en los comentarios qué os ha parecido y si os gustaría que trajera más contenido sobre bullet journal. También, si tenéis cualquier duda, dejádmelo en los comentarios y os la responderé encantada.

Dicho todo esto, solo me queda desearos una muy feliz Navidad y nos leemos el próximo miércoles con la última entrada del año.

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¡Bienvenido a mi pequeño rincón, guerrero! Yo soy Valkyria Kára, escritora, desarrolladora web y filóloga hispánica. Mi pasión es y siempre será la escritura, que combino con otros intereses como la programación web (de reciente adquisición), la lectura, la organización, la productividad y el bullet journal. Soy una amante de los animales, de la naturaleza, del té y del chocolate. Aquí dejo mi granito de arena para ayudarte a hacer tu vida un poco mejor.

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