Páginas matutinas: qué son, cómo empezar y mi experiencia

Muy buenas, mis valientes guerreros. Hoy os traigo un artículo sobre algo que estoy segura de que no es la primera vez que oís nombrar: las páginas matutinas. Quiero explicaros qué son, cómo empezar y mi experiencia con ellas. Así que, sin más demora, vamos allá.

¿Qué son las páginas matutinas?

Las páginas matutinas son un concepto sacado del libro de Julia Cameron El camino del artista. En este libro se pone como tarea diaria al artista (de cualquier campo) que escriba tres páginas de flujo de pensamiento por la mañana. No es necesario que seas un artista para empezar a escribir tus páginas matutinas. Es una forma de liberar la mente de las preocupaciones, algo así como una escritura terapéutica. Es importante que dejemos a la mente fluir, sin ponerle freno. Eso hará que vayan apareciendo cosas que no pensábamos que estaban ahí y hará que nos desbloqueemos en muchos sentidos, no solo en el artístico.

Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es que no debemos mirar el móvil antes de ponernos a escribir. Esto tiene que ser casi automático: levantarnos y escribir nuestras páginas matutinas. ¿Por qué es tan importante no mirar el móvil? Porque podemos intoxicarnos con las redes sociales o distraernos con mensajes. Estamos intentando que nuestro subconsciente salga a flote, ver qué hay más allá de la superficie de nuestra mente, de modo que, cuantos menos estímulos externos tengamos, mejor.

¿Cómo empezar?

Toda tarea requiere de un tiempo, de modo que, si vas a empezar a escribir tus páginas matutinas, ponte el despertador media hora antes de lo habitual. Deja preparado tu cuaderno y tu bolígrafo en la mesita de noche o en la mesa en la que vayas a sentarte a escribir. Intenta que todo esté en calma: móvil en silencio y lejos de ti, prepárate una taza de café o té si quieres y deja que la mente fluya. No le pongas cortapisas, solo escribe.

Es posible que te cueste escribir tres páginas al principio, que no salga gran cosa la mayoría de los días y que haya momentos en los que solo sean nimiedades. No pasa nada, es lo normal y es lo que se espera. No te preocupes porque tus páginas matutinas parezca que no tienen demasiada profundidad. Estamos intentando llegar al subconsciente y no es algo sencillo, de modo que no te preocupes, solo escribe. Es muy importante que sepas una cosa: no hay forma de hacer mal las páginas matutinas. No importa que hagas un resumen de lo que te ha ocurrido el día anterior o que estés planificando tu día, eso cabe en las páginas tan bien como la más trascendente de las revelaciones. No te preocupes. Lo importante es que te sientes cada día y escribas tus tres páginas.

¿Y qué pasa si no sé qué escribir? Pues ponlo. No sé qué más puedo escribir. Te aseguro que al final te acabas desbloqueando. Nuestro objetivo es muy sencillo: rellenar tres páginas. El contenido, a priori, no es importante. Escribe tus tres páginas y listo.

Mi experiencia con las páginas matutinas

Como muchos de vosotros, había oído hablar sobre las páginas matutinas en muchas ocasiones, pero nunca me había acercado al libro de Julia Cameron. A principios de enero tuve mi primera toma de contacto con El camino del artista, pero lo dejé ahí, en stand-by, sin hacer mucho con él. Sin embargo, febrero ha sido un mes de revelaciones para mí y una de ellas, además de El club de las 5 de la mañana, ha sido este libro de Julia Cameron. Con todo, no puedo decir que haya completado el curso de 12 semanas, pero espero hacerlo en los próximos meses. Fue entonces, como os digo, cuando descubrí las páginas matutinas y cambiaron mi forma de ver las cosas.

Para mí, las páginas matutinas son un reinicio, un lugar de calma y paz en el que dejo todos mis pensamientos, mis reflexiones, todo lo que se me pasa por la cabeza en mi media hora diaria de escritura. Hace tan solo una semana que terminé mi primer cuaderno y estoy segura de que hay oro entre tanta paja. Porque sí, hay mucha paja, pero siempre puedes sacar algo bueno de entre todo eso.

Mi recomendación que es lo veáis como un tiempo de autocuidado, en el que os dejáis llevar para estar mejor durante el día. Hay días que se hace completamente necesario escribir estas páginas y te alegras mucho de poder contar con una herramienta tan maravillosa. Otros días es complicado llenar las tres páginas, pero, como os decía antes, al final se acaban llenando. A mí me encanta ver que la última página está a punto de completarse. Siempre siento que las últimas palabras que escribo son las más trascendentales de todas. Es algo curioso y que espero que vosotros también podáis experimentar.

Y vosotros, guerreros, ¿habéis escrito alguna vez unas páginas matutinas? ¿Las conocíais? Dejádmelo en los comentarios.