Cinco razones por las que querrás abandonar el bullet journal (y cómo solucionarlo)

Muy buenas, guerreros. Este es el primer artículo de febrero y no me podía resistir a traeros un tema tan interesante como el de hoy: las 5 razones por las que querrás abandonar el bullet journal. ¿Y por qué os traigo este artículo hoy? Muy sencillo. Enero ya acabado y, con él, nuestros buenos deseos y propósitos para 2022. De modo que os traigo un revulsivo para que no os abandonéis a vosotros mismos ni a vuestros bullet journals. 2022 es mi largo para claudicar en el primer mes. ¡Vamos con el artículo!

La presentación

Una de las características más vistosas del bullet journal cuando buscas en las redes sociales es su presentación artística. Si navegamos un rato por Pinterest o Instagram, encontraremos muchísimos temas preciosos, llenos de dibujos y lettering, washi tapes y stickers, composiciones elaboradísimas que da pena ensuciar. Bueno, este es el primer gran error que solemos tener al iniciarnos en el bullet journal: querer hacerlo bonito. ¡Pero no es necesario!

El método básico, las bases del bullet journal que propone Ryder Carroll, no dice que tenga que ser artístico ni imaginativo. Todo lo contrario: es minimalista y sencillo. Se supone que debes poder hacer todo tu bullet journal con un único bolígrafo. De modo que no es necesario dibujar ni hacer composiciones. Solamente tienes que empezar por lo básico. Por aquí te dejo una guía con mis artículos sobre el bullet journal para comenzar desde cero (I, II y III).

Entonces, para solucionar este problema, tenemos dos cosas: no es necesario compartir tu bullet journal con nadie, dado que es algo personal, y, la segunda, no te compliques la vida y ve a lo básico. Cuando lo domines, ya podrás meterte en otros jardines.

Perfeccionismo

Si os hablaba antes de la presión por hacerlo bonito, esta es su continuación. Queremos que todo salga perfecto, que no haya ningún error y, si lo hay, lo abandonamos. ¡ERROR! ¡ERROR! No hay nada peor que el perfeccionismo. Y no solo en lo que a bullet journal se refiere, sino en todo en nuestra vida. Huye del perfeccionismo, pues no trae más que problemas, aunque pueda parecer lo contrario.

Errar es humano y, ya te lo aviso, cometerás muchos errores en tu bullet journal: habrá temas que no utilices, habit trackers que olvides rellenar, páginas que no te sean útiles. ¡Y es perfectamente normal! El bullet journal es un camino de aprendizaje de lo que le sirve a tu cerebro para organizarse y lo que no. Prueba cosas distintas hasta encontrar lo que mejor se adapta a tu forma de pensar. Esto es todo una cuestión de ensayo y error, de modo que no te frustres ni te agobies si algo no te funciona. Sigue probando. Y si nada de eso sirve, vuelve a lo básico.

Comparación con los demás

Este apartado va un poco correlacionado con los dos anteriores: queremos hacer un bullet journal bonito y perfecto y lo comparamos con lo que vemos en internet. Si algo nos están enseñando las redes sociales es que compararse con los demás es algo terriblemente nocivo. Así que no lo hagas.

En las redes sociales encontramos temas preciosos que se ven ayudados por los algoritmos dado que entran muy bien por los ojos y le gustan a la gente. Pero eso no quiere decir que esos preciosos bullet journals sean útiles o que sus dueños los utilicen. No podemos querer comparar nuestro principio del camino con el final de otro o con su medio camino. Nos encontramos en puntos distintos, nuestras mentes funcionan de distinta manera, de modo que lo que me sirve a mí es muy posible que no te sirva a ti y viceversa. Por eso hay que evitar las comparaciones. Ya lo dice el refrán: las comparaciones son odiosas.

Consumo de tiempo

Hay gente que se queja de que el bullet journal les quita mucho tiempo. Hacer elaborados temas cada día debe ser agotador y no lo pongo en duda, pero es completamente innecesario. Cuando una herramienta se convierte en una carga más que en una ayuda, tenemos que reflexionar al respecto. Y es que el bullet journal es una herramienta para nuestra productividad y está enfocada a un objetivo, cosa que no debemos perder nunca de vista.

Si te pasas mucho tiempo elaborando la decoración de cada día, es posible que te esté fallando la base y hayas olvidado para qué utilizas tu bullet journal. No es necesario hacer dibujos ni extensas decoraciones, ya lo hemos visto antes. Hay que ir a lo básico y primordial, a lo que funciona.

Desde mi experiencia personal, puedo decir que mi revisión nocturna no dura más de 10 minutos y es un momento del día que me encanta porque puedo hacer un resumen de lo que he hecho, de lo que haré al día siguiente y los hábitos que he mantenido. Me ayuda a permanecer enfocada hacia mi objetivo. De modo que si tu problema es que reescribes una y otra vez las tareas, quizás debas plantearte cambiar de estrategia. Pero si es un problema de decoración, vuelve a lo básico. Yo solo pongo la fecha con un sello y debajo escribo las tareas del día. Con eso es más que suficiente.

Abrumación, agobio

Este es el punto que creo que más afecta a la gente, además del consumo de tiempo, pues se puede comparar con los propósitos de año nuevo. Cuando tenemos una gran ilusión por algo, como el año nuevo, decidir cuidarnos más o empezar un bullet journal, tendemos a establecer una serie de objetivos o propósitos que no son nada realistas. En el caso que nos compete, en el del bullet journal, es muy fácil abandonar cuando hemos hecho veinte temas distintos y no hay forma humana de mantenerlos. Has hecho habit trackers de quince hábitos diferentes, has creado tres temas distintos, uno para el mes, otro para la semana y uno para cada día, has decidido dedicarle veinte minutos a escribir lo que te ha ocurrido y cinco o seis cosas más que, al final, te hacen sentir un agobio terrible. Te quemas más rápido que una cerilla y decides abandonar el bullet journal porque está claro que esto no es para ti. ¿No es lo mismo que nos pasa con los propósitos de año nuevo?

Es difícil mantener tantas cosas a la vez si no somos conscientes de lo que cuesta mantenerlas y no las enfocamos a conseguir nuestros objetivos. Más arriba lo decía y lo vuelvo a decir: el bullet journal es una herramienta para alcanzar nuestros objetivos y lo más importante a la hora de usarlo es que nos ayude a lograrlos, no que nos entorpezca. Si sientes que te agobia sentarte con tu bullet journal, es posible que no estés utilizándolo de forma adecuada porque tengas demasiadas cosas que actualizar o no hayas encontrado los temas que mejor se adaptan a tu forma de pensar. Dale una vuelta, intenta quedarte solo con lo básico, con lo que te funciona, y nada más. Pruébalo así, sin decoraciones, solo con un bolígrafo. Y si aún así no te funciona, es momento de buscar otro método.

Lo he intentado todo, pero sigue sin funcionarme. ¿Abandono el bullet journal?

Si después de probar a volver a lo básico, sin compararte con nadie, olvidando el perfeccionismo y usando una cantidad de tiempo razonable, sigue sin funcionar, quizás no sea tu momento para hacer bullet journalism. Quizás no tengas la mentalidad que haga falta o ahora mismo necesites otra cosa. No pasa nada. Pero, antes de abandonar, hay que darnos un tiempo prudencial para ver si eso encaja con nosotros o no. Si definitivamente no te sirve, está bien, no pasa nada. Busca un método que te ayude a organizarte y a enfocarte en tus objetivos. Lo importante, al fin y al cabo, no son las herramientas que usamos, sino lo que queremos conseguir a través de ellas.

Y vosotros, guerreros, ¿habéis conseguido mantener vuestros bullet journals o habéis optado por una agenda tradicional? Dejádmelo en los comentarios. 😉