Sofá maceta mesita cojines
Estilo de vida,  Organización y productividad,  Valkyria Style

¿No lo usas? ¡Deshazte de ello! Mi primer acercamiento al minimalismo

Muy buenos días, guerreros. Hoy os traigo un artículo un poco distinto y que, quizás, se podría ver como mi primer acercamiento al minimalismo, aunque en términos muy amplios. Y es que me he dado cuenta de que tenemos tendencia a acumular cosas y que, en la mayor parte de las ocasiones, son cosas que no vamos a utilizar. Por eso, hoy quiero hablaros de algunas cosas que podemos hacer para dejar de acumular. ¡Vamos allá!

¿Acumulas demasiadas cosas?

Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de cosas que acumulamos en casa y que son inútiles o no nos aportan nada. Nuestra primera toma de conciencia suele ser una mudanza. Si os habéis mudado alguna vez, habréis visto que al principio, por ejemplo, cuando te independizas de tus padres,  te llevas muy pocas cosas: una maleta con ropa y un par de cajas, como mucho. Pero según vas acumulando mudanzas a tus espaldas, más cosas se van contigo. Ya no es solo la ropa y cuatro cosas, ya hablamos de muebles, porque has comprado una estantería para tu cuarto, un escritorio y una silla para estar más cómodo. Después ya no es solo eso, también es la mesa del comedor, con sus sillas, un sillón, algunos pequeños electrodomésticos de cocina y un mueble del dormitorio también. Y así vamos sumando y sumando cosas.

Este proceso de acumular cosas es muy propio del ser humano, pues nos cuesta desprendernos de las cosas. Seguro que todos tenéis algo que sabéis que no sirve para nada, pero lo seguís guardado por si acaso. Y es que estos por si acasos son los que más ocupan en nuestra casa ¡y en nuestra mente! Para evitar eso y no tener tanto apego hacia lo material, podemos hacer el siguiente experimento: coge algo que sepas que llevas meses sin usar y está guardado en un cajón esperando que lo uses. Ponlo a la vista, en un lugar que sepas que vas a ver frecuentemente a lo largo del día. Espera una semana (máximo, quince días) y, si no lo usas, sabrás que no lo necesitas, así que deshazte de ello.

Tíralo, dónalo, véndelo, pero haz que deje de ocupar tu mente

Cuando hablamos de deshacernos de cosas, que es algo a lo que realmente tenemos pavor, porque nos aferramos a las cosas demasiado, no nos estamos refiriendo únicamente a que las tiremos. Hay cosas de valor por las que puedes conseguir algo de dinero si las vendes y otras que pueden tener una segunda vida, aunque no vayan a darte mucho dinero por ellas. Por ejemplo, quizás tengas un móvil antiguo en casa. Quizás lo puedas donar a una ONG o a alguna asociación. Puede que tengas ropa que ya no usas y puedas donar o vender. Puede que tengas trastos inútiles que haya que tirar a la basura. Cada objeto te pedirá que hagas con él una cosa diferente.

Deshacerte de estos objetos, sea como fuere, te ayudará a despejar la mente, porque dejarán de ocupar espacio en ella. Cuantas más cosas tenemos, más preocupaciones acumulamos. Si somos poco ordenados, tenderemos a tener cosas por todas partes, lo cual, al final, nos agobia. Y si somos ordenados y cada cosa tiene su lugar, es posible que veamos que se nos acaba el espacio. De modo que, hagamos lo que hagamos, si seguimos acumulando cosas, nuestra mente estará demasiado distraída con esas cosas como para prestarle verdadera atención a lo importante: vivir.

Entonces, ¿con qué me quedo?

Cuando uno empieza a hacer balance y se enfrenta a la acumulación, creo que pasamos por un duelo en el que, al principio, no vemos que sobre nada y, poco a poco, vamos viendo que hay cosas que no tienen cabida en nuestra vida. De modo que hay que quedarse con aquello que sentimos que nos aporta algo. Cuando nos damos cuenta de que una cosa aporta valor a nuestra vida, nos estamos enriqueciendo. Os pongo un ejemplo sencillo. Yo adoro el té. Soy una amante del té desde hace años y para mí es vital tener un hervidor de agua, porque me ayuda a calentar el agua en cuestión de muy poco tiempo y así puedo disfrutar de mis tés más a menudo. Ese hervidor aporta valor a mi vida, la hace más fácil. Sin embargo, un exprimidor a mí no me aporta nada, dado que no tomo zumos a menudo, de modo que no lo necesito y no forma parte de mi cocina.

El minimalismo no quiere que vivas con lo justo. Es un intento por dejar de darle tanto valor a las cosas materiales y centrarnos en lo verdaderamente importante: las experiencias que nos da la vida. Si gastamos menos en comprarnos cosas, podremos invertir ese dinero en nosotros, lo que nos enriquecerá interiormente, dándonos una mayor plenitud.

Y vosotros, guerreros, ¿qué cosas soléis acumular? Dejádmelo en los comentarios.

Foto del avatar

¡Bienvenido a mi pequeño rincón, guerrero! Yo soy Valkyria Kára, escritora, desarrolladora web y filóloga hispánica. Mi pasión es y siempre será la escritura, que combino con otros intereses como la programación web (de reciente adquisición), la lectura, la organización, la productividad y el bullet journal. Soy una amante de los animales, de la naturaleza, del té y del chocolate. Aquí dejo mi granito de arena para ayudarte a hacer tu vida un poco mejor.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.